Si crees que un diseñador gráfico se conforma con crear visuales en la línea y tener una inspiración infalible, te equivocas. En realidad, el diseñador gráfico debe ser una parte integral de sus proyectos. De hecho, no puede trabajar de forma desconectada de los demás actores del proyecto y debe integrarse desde las primeras fases del mismo. También se dedica a tareas habituales de creación de visuales para los demás miembros de su equipo.
- Crear y actualizar la identidad visual de la empresa;
- Comunicarse con el equipo y ayudarles a traducir sus ideas en conceptos gráficos;
- Garantizar el seguimiento de las creaciones gráficas controlando cada paso de la cadena gráfica, desde el concepto gráfico hasta el producto acabado.
- Ocuparse de todas las necesidades gráficas diarias de los colaboradores, como los equipos encargados del marketing y la comunicación.
Gestionar la identidad corporativa de la empresa
Entre las tareas que tradicionalmente tiene que realizar un diseñador gráfico, podemos mencionar casi de inmediato la creación de un logotipo y la carta gráfica de la empresa. Corresponde a la identidad visual de la empresa, y debe reflejarse de acuerdo con sus valores y compromisos. Es muy importante que el diseñador gráfico se encargue de la identidad visual de una empresa, ya que podrá garantizar la coherencia de la identidad visual de la empresa en todos los soportes físicos o digitales en los que se declinará.
En este marco, la misión del diseñador gráfico es registrar todas las variaciones del logotipo y la identidad visual de la empresa en una carta gráfica. De este modo, puede garantizar la correcta aplicación de la ley, especialmente cuando otros empleados, como los responsables de comunicación o marketing, pueden tener que realizar tareas de diseño gráfico de forma independiente. Por ejemplo, ningún diseñador gráfico quiere ver un logotipo distorsionado o los colores equivocados en los documentos oficiales de su empresa.
Naturalmente, la identidad visual de una empresa no es algo inamovible, y a veces sufre cambios drásticos como consecuencia de una reestructuración, un cambio de propiedad, una fusión o un cambio de línea editorial y de marketing. Contar con un diseñador gráfico en su equipo que sea capaz de acompañar estos cambios es una ventaja innegable a la hora de reajustar la identidad de marca de su empresa.
Gestionar los aspectos creativos de un proyecto
El diseñador gráfico puede ser llamado para un gran número de proyectos. Tanto si se trata de organizar un evento a gran escala como de comercializar un nuevo producto, muchas personas de su empresa colaboran para que estos proyectos sean un éxito.
Por lo tanto, al definir un proyecto, el diseñador gráfico debe ponerse en contacto con otros miembros del equipo para ayudarles a entender sus expectativas en términos de diseño gráfico, para ayudarles a traducir las ideas en conceptos gráficos. Todo esto forma parte de un pliego de condiciones, y es responsabilidad del diseñador gráfico controlar la aplicación de estas especificaciones a lo largo del proyecto.
Una vez que ha podido definir la identidad visual del proyecto, el diseñador gráfico debe analizar las peticiones de diseño gráfico para transformarlas en necesidades para la creación de una carta gráfica o la producción de soportes de comunicación. Su colaboración es constante en el desarrollo de un proyecto. Puede buscar la ayuda de otros profesionales del arte, como fotógrafos, actores, ilustradores u otros artistas.
Seguimiento de la cadena gráfica
Cuando su empresa tiene que encargarse de la creación y distribución de un gran número de productos gráficos impresos, hay que seguir ciertos pasos para garantizar que este proceso se desarrolle sin problemas. Un diseñador gráfico puede ayudarle a hacer prevalecer la disciplina durante las diferentes etapas de la cadena gráfica.
Creación
Esta es la fase de desarrollo, que incluye la reflexión sobre los conceptos gráficos y la elección de los medios. En esta fase deben seleccionarse los colores y la tipografía, y también debe abordarse la cuestión del espacio.
El diseño
El objetivo es producir los originales que luego se imprimirán a gran escala. El diseñador gráfico debe asegurarse de que los archivos suministrados a la imprenta se ajustan al pliego de condiciones y a los productos previstos.
Impresión
Durante esta fase, el diseñador gráfico simplemente tiene que asegurarse de que el proceso de impresión se lleve a cabo a tiempo y de forma óptima.
El final
Esta es la última formalidad antes de la distribución del producto terminado. El diseñador gráfico debe prestar especial atención a que el producto final corresponda a las expectativas establecidas en el pliego de condiciones, tras las fases de corte, montaje, encuadernación, etc.
Ocuparse de todas las necesidades diarias de diseño web de la empresa
El diseñador gráfico acompaña a los responsables de marketing y comunicación asistiéndoles en la creación de visuales y documentos de alta calidad gráfica para sus comunicaciones BtoB y BtoC. Por ejemplo, el diseñador gráfico proporcionará las imágenes ya procesadas y las plantillas necesarias para redactar un boletín informativo, o las ilustraciones que acompañan a las publicaciones en las redes sociales.
Es obvio que el diseñador gráfico también está ahí para asegurar la transmisión de conocimientos básicos de diseño gráfico para que sus colaboradores puedan ser autónomos en ciertas tareas sencillas como recortar una fotografía o utilizar correctamente Adobe inDesign a partir de una plantilla.